La guia de Dios

Les invito a que reflexionemos sobre el Salmo 1. Este salmo de David, nos presenta una comparación paralela entre dos formas de vivir: de la mano de Dios o separados de Él.

 

Veamos primero el texto de Salmo 1 (NVI):

1 Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores, ni cultiva la amistad de los blasfemos, 2 sino que en la ley del Señor se deleita,  y día y noche medita en ella. 3 Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera! 4 En cambio, los malvados son como paja arrastrada por el viento. 5 Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio, ni los pecadores en la asamblea de los justos. 6 Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición.

 

En esta ocasión deseo veamos algunos detalles del verso 2. Quiero llamar su atención a algunas palabras en este verso. La palabra Torah usada en el hebreo original es la que es traducida como ley. La Torah en contexto de clasificación se refiere a los libros revelados a Moisés, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Adicionalmente, durante la historia, el pueblo Judío también usaba la palabra Torah para referirse en general a la palabra del Dios, y antes de la venida de Cristo, a lo que hoy llamamos Antiguo Testamento. Indudablemente David exalta la cualidad de estudiar y vivir lo que dice la palabra De Dios. Sin embargo, también al estudiar el significado etimológico de la palabra Torah, podemos tener un entendimiento más extenso. Torah en sentido básico significa dirección. La raíz de la cual en el hebreo esta palabra es derivada se relaciona con lanzar objetos como flechas. Así que cuando hablamos de Torah del Señor, podemos comprender que en el sentido extenso se refiere a toda dirección que viene De Dios.

 

Otra porción de este verso, nos dice dos acciones importantes. Deleitarse y meditar en la Torah del Señor. La palabra meditar originalmente hace referencia a susurrar, o repetir mentalmente. Y nos dice igualmente que esta acción debe ser un deleite, un acto de alegría y no de compromiso. Como todo lo que Dios nos invita a hacer, por amor y no por obligación.

 

Así llegamos a una rápida pero importante conclusión de esta corta reflexión. Dios da una promesa importante para todos nosotros, al igual que una invitación. Al tener una relación con Dios, estaremos siguiendo su dirección. La dirección De Dios se encuentra al leer, escuchar y estudiar su Palabra, la cual encuentras en la Biblia. También encuentras la dirección del Señor durante la oración; El Espíritu Santo nos da el entendimiento necesario. Y finalmente, no podemos dejar de lado la importancia de reflexionar, de circular en nuestra mente continuamente lo que Dios nos dice en oración y en Su Palabra.

 

Lo más alentador es lo que nos dice el verso 1. Aquellos que meditan y se deleitan en la dirección De Dios, encuentran dicha. De acuerdo con el hebreo original, esta dicha no es necesariamente aquella relacionada con risas, sino con satisfacción de encontrar las cosas correctas en nuestra vida. Dios trae satisfacción, tener una relación continua con El es necesaria para encontrar el balance que buscamos en nuestras vidas.

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