Redescubriendo el llamado de Dios

​Reflexión del 15 de Enero de 2022

1 Timoteo 1:5 (EM) Pero el propósito del mandamiento es el amor que procede de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida.

Mi deseo de compartir con otros ha ido evolucionando a medida que el Espíritu Santo purga de mi ser tantas impurezas. Creo que todos vamos por ese camino en el cual nos despojamos de elementos que traemos de nuestro antiguo personalidad. En mi caso inicialmente había un deseo de compartir entremezclado con vanidad.

Cuando era niño, tenía un espíritu de competencia y ello me llevaba a nunca querer perder. Aunque es bueno tener un espíritu ganador, es fácil también que afecte los motivos que mueven nuestras acciones. Por tanto en mis primeros años de ministerio ahora puedo notar que me motivaba refutar mala doctrina, no tanto para engrandecer a Dios, sino que también para ganar todo argumento.

Los años me han enseñado que el tiempo se acaba para todos, y todos responderemos ante Dios. No obstante, Dios desea que todos le aceptemos y nos relacionemos con El. Y por esto yo comparto El Evangelio con ustedes, porque Dios les ama y yo también les amo.

Espero hoy y siempre tengan sus corazones abiertos y sus oídos prestos para recibir rl amor de Dios y la enseñanza que Dios trae, para que todos crezcan hacia la estatura de Cristo.